Ca la Felisa se resiste a dejarnos entrar. La lluvia azota nuestros húmedos cuerpos y las horas de cansancio han consumido nuestra energía. De pronto, un golpe seco abre la puerta rompiendo el silencio de la madrugada en la calle y un frío ensordecedor nos da la bienvenida.
Compensamos con kilo y medio de privilegiados abrazos entre sábanas de pelico con olor a casa. Aun estando el camino despejado no dejo de chocar con todo lo que hay a mi alrededor y termino deambulando por la casa buscando un sitio donde colocar a Ganesha, aquellos 3,5 kg de piedra labradorita que nos enamoraron en Pushkar y que de forma atrevida, envolvimos en plástico de bolitas. Mientras, la nieve nos sorprende al mismo tiempo que almacenamos los restos de verano recordando de donde venimos.
El silencio es tan abrumador que no se escuchan aplausos a las ocho, y por las mañanas al despertar, los pájaros se turnan en su trinar diario. Hay momentos en los que solo escuchamos nuestra respiración y a veces, hasta conseguimos acompasarla.
Fieles al hot lemon ginger, Carles convierte en ritual su preparación en taza de cobre. A la espera de que se enfríe el rico elixir indio me llama la atención una bolsa de tela verde. Delicadamente la abro y comienzo a separar papeles de periódico en hindi y descubro los siete metales del cuenco tibetano. Unos ojos de Buda me miran fijamente y una espiral me recuerda los giros de la vida. A su lado un mazo de madera envuelto en una tela rosa se desnuda fácilmente colocándose en mi mano derecha. El mantra budista On Mani Padme Hum comienza a dar vueltas en sentido de las agujas del reloj y acaba su recorrido dentro de un vaso de bambú bendecido por el gurú de Pai, en Thailand. Un mandala budista se dibuja desde las montañas del Himalaya hasta la Serra d’Ancosa catalana para abrazar a Ganesha y potenciar su efecto removedor de obstáculos. Su mano levantada me susurra cada mañana, ‘No temas, estoy contigo’. Y el aroma del sandalwood envuelto en semillas de raktu impregna mi día de calma y serenidad Om Gam Ganapataye Namaha