/> Me ronronea el hecho de que septiembre sea un mes de inicio. A mi alrededor distingo algunos, aunque si tiro meses atrás también los encuentro. Los inicios. Durante una época los coleccionaba aunque la mayoría de las veces no los terminaba. Los finales. Sigo aprendiendo a encajarlos.
Escucho la llamada a tierra y siento que la energía comienza a descender. Huele a cambio. Lo que no funciona pasa por una fugaz despedida. Lo que funciona lo abrazo fuerte y lo anclo a tierra, por ahora. Está siendo todo tan dinámico que nunca se sabe.
Me informan que es el mes de Ganesha, el que disuelve los obstáculos. A veces enciendo una vela para invocar su benevolencia y lo observo durante un tiempo mientras susurro su mantra. La floki se une a la práctica matutina y sobre los mandalas coloridos el aroma del incienso le ofrece un baño refrescante.
Bajo las estrellas busco el descanso necesario para saborear los frutos de la cosecha y organizar los hitos de los próximos 6 meses. Esto va en serio. Son los besos ecológicos y las nubes dibujadas los que iluminan el camino. Hágase el descanso de la guerrera.