En la celebración del nuevo año budista el agua es la gran protagonista. Durante tres dias se suceden infinitas batallas semi-navales con este líquido elemento.
Pistolas de agua, cubos, mangueras, cazos, cualquier utensilio es válido. Así se purifica el alma y se acumula buena suerte para el siguiente año. Espiritualidad y diversión conjugan sin dramas y con devoción.
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Después de dos dias de circular empapados por las calles de Van Vieng nos apuntamos a una excursión de Tubing. Pensamos que de perdidos, al rio. Tres jóvenes ingleses con tres cervezas nos esperaban en el tuktuk. Se unieron un padre y su hijo, de Bulgaria, dos brasileñas, dos japonesas y una pareja francesa. En el punto de encuentro recogimos nuestro neumático blanco y negro, guardamos las escasas pertenencias en la bolsa estanca y nos lanzamos con entusiasmo río abajo.
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A los cinco minutos de descenso una botella de agua atada a una cuerda nos rescató sin haber pedido auxilio. La curiosidad nos llevó al primer bar donde jóvenes de otro tour bebían bucket de vodka para el lunch. De vuelta al neumático, esta vez con una big beerlao, fuimos descendiendo el río, dejándonos llevar por las corrientes inesperadas hasta llegar al punto de máxima influencia donde se libró la mayor de las batallas fluviales. Carcajadas a borbotones. Manotazos de agua al aire. Abrazos acuáticos. Brindis pasados por agua. Saludos submarinos. Explosiones de amor y generosidad. No quedó milímetro del cuerpo que no fuera limpiado y purificado.
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Al anochecer nos acercamos a uno de los templos para ver cómo los budistas más devotos vertían agua perfumada sobre la estatua de Buda. En una esquina dos monjes jóvenes se encargaban de transcribir la voluntad divina. Fui a su encuentro y agarré el vaso de bambú lleno de palitos con números, lo dirigí al corazón y al centro de la frente. Cerré los ojos, y removí hasta que una de las varillas salió disparada. La número trece. El monje sonrió y tras reflexionar sobre el escrito me dijo: Toma las decisiones que te hagan libre, asi el camino será más fácil.