Un ligero pinzamiento avisa de marejada en la zona lumbar. Los pensamientos se agolpan en la parte baja de la espalda y triplican el peso de su contenido. Endurecen los músculos que encuentran y la rigidez dificulta los movimientos.
Camino con una postura similar a la de mi padre, también aquejado de sobrepensamiento lumbar. El cuerpo recuerda que hace diez años le atravesó un tsunami que arrasó las montañas de creencias y los ríos de valores que sostenían la fe de una vida oceanica.
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Hace una década que llegó al mundo Lucia, la sobrina pisciana, que sin saberlo, vino a alumbrar la oscuridad imperante de mi vida con sus cálidos rayos de sol. Hace una década que encontré unas raídas botas con un pin en forma de flecha amarilla y les hice una promesa que conformaría lo que hoy soy. Hace una década una tormenta descargaba rayos y truenos sobre el océano mientras mis pasos se deslizaban por la arena dorada de su playa recogiendo el dolor y el sufrimiento de las lágrimas.
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Al abrir la puerta la cartera puso en mis manos un sobre marrón sellado con un par de mariposas. Dejé reposar la emoción y a la tarde, prendí una vela y lo abrí. En un sobre rojo pequeño encontré medusas rosas de largos tentáculos que inmortalice en mi libreta. Una lámina roja protegía lo solicitado, un homenaje a Lucía, que hoy celebra su década. Ella, entre el micro y el macro, entre su corazón y el universo, acompañada por unos gozosos peces nadando en un círculo virtuoso. Y en su mirada, nuestra década de vida juntas.
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Busqué la lata de manualidades y vacié el estuche de rotuladores sobre la mesa. Entre los papeles del sobre apareció uno blanco sin abrir. Por una de sus esquinas asomaba un cristal morado que reflejaba la luz en múltiples colores. Al tirar de él emergió el aullido de la manada de lobas que conforman mi vida. Al voltear la tarjeta, volé al océano para recordar el baile con las mantas rayas que disfruté hace un año. Me dibujó con pelo largo, aún sin conocerme, y con el centro del pecho abierto, ofreciéndome con ello, la posibilidad de proteger mi zona lumbar de las envestidas de la vida.