274180862 10160518798596318 3554556718334393128 nEn una revisión médica del colegio, un medico emitió un diagnóstico con vigencia de un año. A la semana, moldearon mi cuerpo con escayola, desde debajo de las axilas hasta las caderas.

Una tras otra se iban solapando las vendas pintando mi piel de un blanco gélido. Aquello se convirtió en un corsé ortopédico de plástico que cerraba por atrás con tres tornillos dobles y que impregnó a mi piel de un olor angustioso. Del esternón emergía un liston hasta el centro de las clavículas. Así camine durante un año más o menos. Mi madre diseñaba la ropa a medida para ocultar aquel horripilante artefacto que durante ese tiempo enderezó mi columna e impregnó de cierta rigidez a mi cuerpo físico. Parece ser que también quedaron encorsetados pensamientos, prejuicios y creencias sobre mi y sobre el mundo a mi alrededor.
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Un par de peregrinas venezolanas llegaron al albergue a las diez de la noche cuando sus mochilas lo hicieron doce horas antes. Exhaustas por los casi cuarenta kilómetros del día intentaban cuadrar el plan organizado en su país de origen. Ahora con los pies entumecidos por el polvo del camino no se plantean otra cosa que seguir caminando para llevar a cabo esa ruta de viaje ya planificada.
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El viernes un peregrino malagueño le dijo a su amigo que se venía al camino y se apuntó con el. Sus mochilas van ligeras de equipaje, evitan las masificaciones, llevan cbd para dormir mejor y juegan al pin pon en los albergues sin importarles el tiempo de la jugada. Uno quiere pedirle algo a Santiago por el esfuerzo que está realizando y el otro quiere disfrutar la experiencia de por sí. A dónde vais mañana? No sabemos, nuestro plan es la improvisación.
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Tras ese traumatico año encorsetada llegó la anhelada carta de libertad y mi padre convirtió en cenizas tal horripilante aparato y pude volver a abrazar sin sentir la cara de asombro del otro. Aunque aún se mantiene presente rigidez de aquel caminar. Y es en estos días de súper luna cuando se iluminan con intensidad y puedo convertirlos en cenizas con la luz de la consciencia al desplegar la mat y comenzar esta meditación en movimiento que he elegido como acto de amor propio.