Un mes de vivir viajando. Dos mochilas por persona con un ligero exceso de equipaje. Tres países del sudeste asiático. Ocho días en malasia. Dos para Singapur. Veintiuno de island hopping por las filipinas.

Cuatro divisas para dos monederos. Dos aviones. Una extensión de visado. Dos menstruacciones inesperadas. Un trekking en la jungla. Nueve restaurantes veganos. Una infinity pool. Quince días de práctica discontinua. Siete días de serie completa. Once malentendidos. Seis islas filipinas. Trece hogares diferentes. Cuatro bangkas. Veintitrés San Miguel pilsen. Cinco ferris. Siete craf beer. Nueve videollamadas. Una docena de miedos. Cientos de luciérnagas en un árbol a la orilla de un río. Veintiún tricicles. Una novela finiquitada. Seis postales enviadas. Ocho cocos. Dos enfados. Diecisiete sunsets. Cuatro motos. Un vestido roto. Nueve diluvios. Cinco swimming con tortugas y uno con un banco de sardinas. Dos cataratas. Una curandera. Un par de no puedo. Quince playas con palmeras. Un columpio al sunset. Dos parejas de españoles. Un viaje de tres en una moto. Cuatro santuarios marinos. Dos árboles mágicos. Un proceso de adaptación a la vida en movimiento. Un millón de agradecimientos a la decisión tomada.