274180862 10160518798596318 3554556718334393128 nDos small taxis para tres, una homestay con dos camitas, un tren de siete horas con dos de retraso, tres sándwiches de soja y una focaccia, una habitación en el hotel del terror, un jeep compartido con once personas y un destino a dos mil ciento cincuenta metros de altitud.

274180862 10160518798596318 3554556718334393128 nEl clima se volvió frío en el estado de Meghalaya y la incomodidad que me abrazaba desde hacía días se incrementó. La práctica se ralentizó, el carácter se agrió y se solidificaron varios prejuicios.

274180862 10160518798596318 3554556718334393128 nRápido y veloz el conductor del rickshaw cruzó la ciudad de Jorhat hasta llegar al embarcadero cinco minutos antes que el ferry cruzara el sagrado río Brahmaputra.

274180862 10160518798596318 3554556718334393128 nKolkata se colocó en la ruta de viaje con determinación y nos pilló por sorpresa. Un policía buscando un extra money nos llevó al hotel siguiendo las indicaciones del maps.

274180862 10160518798596318 3554556718334393128 nEn Varanasi, el rio Ganges ofrece su lecho a la diosa ganga brindando un gran espectáculo de la devoción hindú. Todos quieren surcar sus aguas, los vivos purificando sus cuerpos y los muertos tomando un atajo a su paraíso.

274180862 10160518798596318 3554556718334393128 nEn el hotel de Khajuraho un joven indio que hablaba español nos consiguió dos asientos en un jeep para ir de safari al día siguiente, también nos quiso vender una visita guiada a los templos, un masaje ayurvédico, un libro del kamasutra y la visita a la tienda de un amigo, solo para mirar, dijo a modo de despedida.

274180862 10160518798596318 3554556718334393128 nDos vacas, la hippy y la punk, nos dan la bienvenida a la pequeña ciudad sagrada de Orchha. Hace miles de años en el palacio vivía una reina devota de Lord Rama que quiso construirle un templo para adorarlo.

274180862 10160518798596318 3554556718334393128 nEn el tren camino a Gwalior una joven india, sentada en la litera de arriba, garabateaba las páginas en blanco de un cuardeno. Llevaba incrustado hasta las orejas un gorro de lana gris con una enorme borla y unos calcetines a juego.