En estos dos últimos meses se desequilibró el mecanismo de prana-apana interno y mi cuerpo ha estado acumulando las impurezas dificultando el flujo energético.
Los miércoles y viernes tengo una cita online antes del amanecer. One year ago, desde que empecé a usar auriculares, cruzar las piernas, escuchar, y dejarme llevar por la experiencia.
Paseando una mañana me colé en una Charity Shop. Dos ladys de pelo corto canoso, una con gafas azules y ambas con mofletes colorados se afanaban por ir colocando prendas en los rieles de ropa repartidos por toda la tienda.
Nada más llegar se aprecian las señales de ausencia del astro rey. Aunque en esta época se pueden encontrar a mitad de precio las cápsulas de vitamina D nosotros seguimos apostando por el boleto de avión y decidimos reforzar la energía con una dosis extra de Ashwagandha y una tableta de raw chocolat con sal del Himalaya. We are ready to go!
Volver a casa. A esa casa donde no hay paredes, puertas, ventanas, esquinas, pilares, muebles, ropa, platos, cajas, papeles, escaleras, ni maletas por deshacer.
Hace siete años desperté muy temprano en el albergue a unos veinte y pocos kilómetros de Santiago. La emoción me hizo caminar con brío a pesar de la lluvia constante. Tras un breve descanso en Monte de Gozo desplegué las alas para llegar a la plaza del Obradoiro.
Hace tres dias una docena de peregrinos cenaron arropados por el calor de la estufa. Después de la carrot cake y las castañas asadas compartimos juntos unos momentos de conexión íntima.
Antes de comenzar la limpieza diaria me siento en la hamaca del jardín salvaje, para recargar los depósitos de vitamina D. Allí agradezco, celebro, rememoro e imagino mientras deposito la mirada sobre las montañas que se alzan majestuosamente frente a mi.
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